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Desmontando mitos sobre el Aceite de Oliva Virgen Extra
Cada vez se habla más del aceite de oliva virgen extra, de su calidad y sus beneficios, pero todavía existe una gran cantidad de malentendidos y mitos alrededor de este valioso producto. De hecho, muchos de estos mitos se perpetúan a pesar de la información accesible y basada en la ciencia. En este artículo, vamos a explorar y a desmitificar algunas de las creencias más comunes sobre el aceite de oliva virgen extra.
Conociendo el aceite de oliva virgen extra, punto por punto
El aceite de oliva virgen extra tiene más grasa que el aceite de semilla: ¡FALSO!
Todos los aceites contienen la misma cantidad de grasa y aportan 9K/cal por gramo. El aceite de oliva virgen extra no es más calórico que el de semillas. Además, gracias a su sabor más pronunciado, se requiere una menor cantidad para dar sabor a los alimentos.
El aceite de oliva virgen extra es más pesado y por lo tanto menos digerible que los aceites de semillas: ¡FALSO!
El aceite de oliva virgen extra es uno de los aceites más digeribles que existen, no tiene contraindicaciones y es recomendado incluso en la dieta infantil.
Todos los grasas vegetales son similares desde el punto de vista dietético-nutricional: ¡FALSO!
El aceite de palma y el de coco, a menudo escondidos tras la mención “grasas vegetales” en la etiqueta de los distintos alimentos del mercado, son ricos en ácidos saturados propios del mundo animal, por lo que la mención genérica “grasas vegetales” no garantiza la calidad nutricional.
El aceite de semillas es el más adecuado para freír: ¡FALSO!
El aceite de oliva virgen extra es más resistente a altas temperaturas. Entre los aceites de semillas, el más adecuado para la fritura es el aceite de girasol alto oleico o el de cacahuete.
La sartén es un recipiente adecuado para freír: ¡FALSO!
La forma ancha y baja de la sartén hace que el aceite tenga una amplia superficie de contacto con el aire, oxidándose rápidamente. Es preferible utilizar un recipiente estrecho y profundo, como una freidora.
El aceite de oliva con fecha de consumo preferente vencida es dañino para la salud: ¡FALSO!
Aunque no es dañino, el aceite de oliva con una fecha de consumo preferente vencida puede tener un valor nutricional menor y puede presentar características organolépticas menos agradables.
Las botellas de vidrio transparente son los recipientes más adecuados para almacenar aceite: ¡FALSO!
Las botellas de vidrio oscuro, los recipientes de aluminio, lata o acero inoxidable, son los más adecuados, ya que el aceite está protegido de la luz que cataliza la oxidación muy rápidamente.
El vinagre es adecuado para limpiar los recipientes usados para almacenar aceite: ¡FALSO!
Debe evitarse este tipo de producto porque deja fácilmente un olor que es rápidamente absorbido por el aceite. Los mejores productos para la limpieza son aquellos detergentes sin perfume convenientemente diluidos en agua caliente. Es importante enjuagar abundantemente.
Cualquier ambiente es adecuado para almacenar el aceite: ¡FALSO!
El aceite debe ser almacenado en un lugar con temperatura constante (+10, +15 °C), en la oscuridad, evitando la proximidad de detergentes perfumados, embutidos, vino, vinagre u otras sustancias olorosas que puedan ser fácilmente absorbidas por el aceite. Los envases utilizados durante el uso diario deben mantenerse alejados de fuentes de calor y cerrarse cuidadosamente.
Un producto genuino y autentico como el AOVE siempre es de alta calidad: ¡FALSO!
Podríamos definir la autenticidad como el nivel mínimo de calidad o un requisito previo del aceite. Cuanto más inferiores sean los valores de algunos parámetros químicos a los valores máximos establecidos por la ley, mayor será el nivel de calidad. Por ejemplo, un aceite de oliva virgen extra con una acidez de 0,2 es de mayor calidad que un aceite de oliva virgen extra con una acidez de 0,8, aunque ambos estén dentro de los parámetros de la ley.
La calidad del aceite de oliva virgen extra está determinada exclusivamente por factores naturales: ¡FALSO!
Incluso los factores antrópicos, identificables con las prácticas de cultivo del olivo y la conservación de las aceitunas antes de la molienda, influyen decisivamente en las características del aceite, cuya calidad nace en el campo y se conserva en la almazara.
El amargor es una característica sensorial negativa del aceite de oliva virgen extra: ¡FALSO!
El amargor es un sabor característico del aceite obtenido de aceitunas verdes o apenas maduras, por lo tanto, es un carácter positivo.
El picante es una característica negativa del aceite: ¡FALSO!
La sensación picante en la garganta es una percepción punzante característica de los aceites obtenidos al inicio de la campaña de aceitunas aún verdes, por lo tanto, es un carácter positivo.
La acidez del aceite se percibe al gusto: ¡FALSO!
La acidez no se percibe a nivel gustativo, sino solo a través de un análisis químico, y representa el porcentaje de ácido oleico libre.
Este breve desglose de los mitos más comunes sobre el aceite de oliva virgen extra pretende ofrecer una visión más clara sobre este preciado producto. Con un mayor entendimiento, podremos aprovechar al máximo las ventajas que el AOVE puede proporcionar a nuestra salud y paladar.