¿Aceite de oliva filtrado o sin filtrar?

Si no conoces la diferencia entre el aceite de oliva filtrado y sin filtrar, es recomendable que lo descubras con nosotros, sobre todo para realizar una compra más informada y por motivos relacionados con la conservación.

¿Qué diferencia hay entre el aceite de oliva filtrado y sin filtrar?

La diferencia entre aceite de oliva virgen extra filtrado y sin filtrar radica en que este último retiene algunas sustancias sólidas en suspensión y pequeñas cantidades de agua provenientes del aceite, debido a que no pasó por el proceso de filtración.

Por este motivo, los aceites sin filtrar tienen un aspecto turbio, a diferencia de los filtrados, que son más translúcidos y brillantes.

El efecto turbio se debe a una razón simple y de naturaleza “física”. En la aceituna existen dos tipos de polifenoles, los polifenoles apolares que se “disuelven” en los ácidos grasos y los polifenoles polares, presentes en el agua vegetal. Durante la producción del aceite de oliva, los polifenoles apolares permanecen en el aceite, mientras que los polifenoles polares se eliminan con el agua. Por este motivo, los aceites sin filtrar, que contienen pequeñas partes de agua, presentan a la vez polifenoles polares y apolares.

¿Es mejor el aceite de oliva virgen extra filtrado o sin filtrar?

Las opiniones difieren sobre el valor y las diferencias organolépticas de los dos productos: por un lado están los que argumentan que el aceite sin filtrar es más intenso, por otro lado los que afirman que el aceite filtrado aumenta la percepción de sabores.

Una de las ventajas del aceite sin filtrar, y aparentemente todavía turbio, es que el consumidor tiene la confianza de que el aceite es fresco y se ha elaborado con aceitunas de la última cosecha. Esto se debe al hecho de que los aceites de oliva sin filtrar se decantan naturalmente en los tanques de almacenamiento. Este proceso dura varios meses (según la temperatura y la variedad) y, tras su decantación, los aceites sin filtrar adquieren el mismo aspecto que los filtrados.

Una de las diferencias reales entre los dos productos, como comentamos al principio, es la característica de los aceites sin filtrar para conservar los polifenoles adicionales en las pequeñas cantidades de agua no eliminadas. Los polifenoles son elementos con una gran actividad antioxidante y por tanto muy útiles en la dieta y sobre todo tienen grandes propiedades para la salud si están presentes en altas concentraciones.

Sin embargo, la mayor presencia de polifenoles en los aceites sin filtrar es relativa. De hecho, si partimos de un aceite rico en compuestos fenólicos antioxidantes (polifenoles), que es un aceite de calidad, ese porcentaje infinitesimal de polifenoles polares presentes en el agua de los aceites sin filtrar, es tan insignificante que no afecta el valor nutricional de los aceites. El producto no representa ninguna ventaja.

¿Por qué es importante filtrar el aceite de oliva?

Finalmente, considerando el aspecto relacionado con la conservación del producto, el hecho de que los aceites sin filtrar se depositen directamente en la botella los hace más fácilmente perecederos. La presencia de sedimentos sólidos, que inevitablemente se depositan en el fondo, de hecho, después de un período determinado, podrían transmitir algunos aromas no deseados al aceite. Precisamente por ello se recomienda consumir este tipo de aceite dentro del año.

Comparando, por tanto, los dos productos se puede concluir que si por un lado el aceite sin filtrar tiene la ventaja de parecer más natural y genuino al consumidor, por otro lado tiene el inconveniente de mantenerse intacto durante menos tiempo que el mismo producto filtrado.